sábado, abril 22, 2006

Máquinas deliciosas (1.1)

Ya habiendo mencionado al monstruo Tildo Pum Ring, suplente ocasional del monstruo comegalletas, me gustaría mostrar pruebas fotográficas del hecho descrito en publicación anterior.


En realidad, la foto no corresponde al capítulo en cuestión, pero sí refleja los gustos y los hábitos alimenticios del queridísimo monstruo.

Esta otra muestra otro de sus gustos, pero se refiere a las otras aficiones y preferencias, como los aparatos de telecomunicaciones y varios electrónicos. Al momento de esta foto (finales de los 60) el trabajaba en las áreas de diseño y documentación para IBM, donde grabó varias películas pedagógicas, de una de ellas se extrajo este fotograma. Tildo Pum Ring fue atraído a la compañía no solo por sus gustos y habilidades culinarias, sino por identificación el color característico de la compañía: azul. (1)


Nótese el descuido en las uñas y dientes, que normalmente no usa. Tal vez tenga que ver con algunos protocolos que existían en la compañía acerca del aspecto personal, como uno en el que se pide a los empleados de la compañía que deben entrar con corbata a la cafetería (1) y ya sabemos cómo se comporta este monstruo frente a las imposiciones de poder.

El fallecido Jef Raskin (2), tiene una anécdota con respecto a la regla en la que cuenta que en una visita a las oficinas no se le permitía entrar sin la debida ornamentación a la vestimenta, y uno de los empleados que lo acompañaba, entró se quitó la corbata y se la lanzó, para que se la pusiera y entrara. La regla hablaba de ENTRAR con corbata, no de PERMANECER con ella puesta.

Sabiendo esto, no me extraña que los empleados de IBM debieran tener obligatoriamente uñas y dientes para poder andar por ahí.

Crédito: Estas imágenes provienen de: http://muppet.wikia.com, una página dentro Muppet Wiki, una enciclopedia de los Muppets.

(1) De hecho, IBM es conocida coloquialmente como 'Big Blue', el gigante azul.
(2) Corrección: No sólo era corbata, sino corbata y chaqueta formal.
(3) Jef Raskin (1943 - 2005): Matemático, filósofo, diseñador de interfaces, pionero de la interfaz gráfica de usuario, fundador del proyecto Macintosh para Apple Computer, Inc.
Esta es la página web de la fundación que lleva su nombre.
¡¡Búsquelo usted mismo en Wikipedia!!

viernes, abril 14, 2006

Rogelio - Errancia

"No hay caminos... Hay que caminar."
– Escrito en un muro en Santiago de Compostela y citado compulsivamente por el compositor Luigi Nono.

Lo mejor que se puede hacer con los grandes artistas es bajarlos de su pedestal, donde se convierten el canon de lo que se debe percibir y hacer y ahí se momifican. Se mueren

Es mejor verlos como alguien como uno.

Como algunos ya supondrán, me refiero al arquitecto colombiano (nacido en París) Rogelio Salmona.

No es de confianzudo, ni de atrevido. Sólo lo he visto por ahí, nunca he cruzado palabra con él. Conozco la obra más no la persona. Lo he leído. Todo unilateral. Aunque esta vez voy a hablar de él sólo con su nombre, como si lo conociera.

Después de las primeras dos veces de ir a la retrospectiva de su obra en el MAMBo caigo de nuevo en cuenta de la relación que tiene su obra con una persona como yo: bogotano, voyeurista arquitectónico y paseante (errante) urbano.

Una de las profesiones (¿oficios?) que siempre me fascinó fue la de arquitecto. Los dibujos, la materia, el espacio, el movimiento... todas esas cosas que conocí por mi arquitecto padre siempre me fascinaron (1). Soy sensible a esos contenidos. En mis errancias de caminar con walkman busco esas cosas, fantaseo con ellas.

No lo considero un arquitecto perfecto ni ninguna de estos juicios de valor institucionales de ser el más importante o el más grande o cualquier cosa de esas. Conozco las virtudes y falencias de sus obras que conozco.

Más bien lo considero un gran errante, que sigue buscando y encontrando.

Ahí está la identificación. Me gusta errar.

(1) De hecho, me gusta definir la música -o lo que quiero hacer con ella- como una arquitectura sutil, en la que se generan espacios, recorridos y estados de ánimo, pero sin átomos.

sábado, abril 08, 2006

BZZZZZZ - Relato de conciertos

Como trabajo de clase, les pedí a mis alumnos que hicieran un informe de una exposición de arte sonoro y que en el mismo lugar, fueran al cierre de la exposición, el 7 de abril de 2006 a las 9 PM, que tendría un concierto electroacústico con (al menos) tres músicos.

Dadas las circunstancias que rodearon este concierto, decidí 'simpáticamente' hacer un relato de concierto como el de ellos.

La inauguración

La exposición fue inaugurada el jueves 2 de marzo, con gran asistencia y diversidad de público. El 'beneficio agregado' del evento fue un concierto multimedial, en el que el ensamble 'Ramalazo' -integrado por Andrés Cabrera, Roberto García, Leonardo González y Juan Reyes- tocó una partitura llamada "Teagerización", compuesta por Christian Ramones, seudónimo de García y Reyes.

La partitura de la obra está hecha sobre un tradicional papel pentagramado y usa un sistema de notación con algunas cercanías a la notación tradicional; como que es lineal con una dirección explícita, tiene partes separadas para cada intérprete y hasta silencios de corchea con puntillo. De resto, es una partitura gráfica, en la que se dan algunas indicaciones para la realización y se describen texturas por medio de grafismos.

Durante los 45 minutos de duración de la pieza (sí tres cuartos de hora, suficientes para perder a muchos oyentes acostumbrados a piezas de 3 minutos) se lee la partitura, con el instrumento que se tenga para la ocasión y la ayuda de un cronómetro que indicará ciertos momentos clave para la interpretación.

En la inauguración, los instrumentos usados fueron, de izquierda a derecha, desde el punto de vista del público: R. García, sintetizador análogo; L. González, vídeo; J. Reyes, sintetizador digital (un Yamaha rarísimo, con FM y síntesis de formantes) y generador de eventos (en un computador) con base en filtro de Teager; A. Cabrera, sintetizador granular, controlado con un dispositivo llamado eyeris, que es un controlador MIDI que no se toca, sino que se mueven las manos alrededor de él.

El lugar para el concierto era bien difícil (¿o interesante?), muy consecuente con el espíritu ruidoso de la exposición (1) y me pareció que las condiciones eran bastante aprovechables, teniendo en cuenta la partitura que había visto, rica en indicaciones de matices texturas y por esto, en posibilidades de interpretación.

Al momento de empezar la interpretación, la expectativa en mí era grande, ya que tenía en frente a tres músicos que tengo en muy buena estima, capaces de no perderse en los laberintos y las veleidades de la tecnología, listos a correr el riesgo de hacer música a través de un "derroche tecnológico", con el sintetizador conocido, el vídeo generado en tiempo real, el generador de eventos basados en métodos muy vanguardistas y el programa complejísimo de síntesis granular.

Puede llegar a ser difícil improvisar durante largos periodos de tiempo sin caer en la entropía y más en un entorno sonoro tan hostil, pero -sinceramente- me fue muy difícil seguir la música, de hecho, no lo hice todo el tiempo.

Aún así, me pareció que una manera así de hacer música era válida y que estaban haciendo una declaración estética en cierto modo acorde con lo del ruido de la exposición.

Al finalizar la larguísima pieza hablé con todos y al despedirme de Roberto, después de un apretón de manos y un abrazo me dijo: "oiga, toquemos un día", a lo que yo le respondí "¡uuuuy, sí!".

La clausura

Me enteré que habría un concierto similar para la clausura y habiendo leído los ricos análisis de mis alumnos de plástica sonora y ante la escasez relativa de conciertos, pensé sería interesante pedirles que hicieran un reporte crítico del concierto de clausura.

El anuncio de la tarea se hizo con más de una semana de anticipación (creo que dos, de hecho -que me corrijan si no, por favor). Yo símplemente, esperé.

Grande fue mi soprpresa al recibir un correo en el que se me citaba a un ensayo el viernes a las cinco de la tarde. Se me informaba que yo iba a tocar en la clausura.

No se me pedía ni se me invitaba, se me informaba.

Me emocioné, pasó por mi cabeza que podría ser un error, un lapsus calami, porque la partitura era para cuatro, pero igual, me preparé. Pensé en algo que podría hacer para ese concierto y preparé un par de instrumentos que ya había escrito. Los cito para los curiosos de Csound.

El primero de ellos es basado en un ejemplo que les di para una clase de síntesis de sonido, transformado en un modulador de anillo para la voz, con reverberación muy chévere:

/*****in.orc*****/
sr = 44100
kr = 4410
ksmps = 10
nchnls = 2

garev init 0 ; variable global para la reverberación

instr 4 ; instrumento de modulación de anillo

kamod = p4 ; amplitud de la modulante
kfmod invalue "pitch" ; frec. de modulación, controlada por una barra deslizante

; oscilador modulante
amod oscil kamod, kfmod, 1

; oscilador portador
asig in ; entrada de audio
asig = asig * amod ; multiplico las dos señales

; paneo
apan follow asig, .01 ; seguidor de envolventes, para controlar el paneo
apan = apan / 500 ; entre más volumen, más rápido se mueve
apan oscili .5, apan, 1 ; oscilador del paneo
apan = apan + .5 ; arregla la 'negatividad' del oscilador

; salidas
acan1 = asig * apan
acan2 = asig * (1 - apan)
outs acan1, acan2

; envío a la reverberación
garev = garev + (asig * .8)

endin


instr 99 ; instrumento reverberador, tomado de los ejemplos del manual de csound

krvol invalue "rvol"

ix = p4 ; x position of source
iy = p5 ; y position of source
iz = p6 ; z position of source
ixsize = p7 ; width of the resonator
iysize = p8 ; depth of the resonator
izsize = p9 ; height of the resonator

arev = garev * krvol

; babo: ball-in-the-box un reverberador de modelo físico
al,ar babo arev, ix, iy, iz, ixsize, iysize, izsize

outs al,ar

garev = 0

endin
/*****in.orc*****/

/*****in.sco*****/
f1 0 512 10 1

; para que duren mucho tiempo, sin riesgo
i99 0 9999 6 4 3 14.39 11.86 10
i4 1 9999 1
/*****in.sco*****/

Y el otro, es un sintetizador granular mucho más simple que el que había diseñado Andrés Cabrera, pero para seguir en el espíritu de lo granular (de hecho en la partitura se insinuaba un instrumento granular y se hablaba de granos):

/*****rtgrbzzzzzz.orc*****/
nchnls = 2

; tabla basada en un archivo de sonido, un do grave de un chelo
gif ftgen 1, 0, 262144, 1, "do-524.aif", 1, 0, 0

instr 1

ifu = gif

; envolvente general
kamp adsr .1, .1, .7, .2

; entradas de la interfaz gráfica
kp1 invalue "p1"
kp2 invalue "p2"
kde1 invalue "de1"
kde2 invalue "de2"
kpo1 invalue "po1"
kpo2 invalue "po2"
kgdur invalue "gdur"
koff1 = 2 * kpo1
koff2 = 2 * kpo2
kaof1 invalue "aof1"
kaof2 invalue "aof2"

; generadores de señal granulares
a1 grain kamp, kp1 * .5, kde1 * 100, kaof1 * 100, koff1, kgdur, ifu, 2, .8
a2 grain kamp, kp2 * .5, kde2 * 100, kaof2 * 100, koff2, kgdur, ifu, 2, .8

outs a1 * 20, a2 * 20

endin
/*****rtgrbzzzzzz.orc*****/

/*****rtgrbzzzzzz.sco*****/
;ventana de los granos (Blackman)
f 1 0 512 -20 1

i1 0 8888
/*****rtgrbzzzzzz.sco*****/


Más otro aparato externo: un procesador de señal análogo Ibanez, conectado a la interfaz de sonido, que tiene un delay y un chorus que no usé.

Bien. Teniendo ya los instrumentos y con un conocimiento apenas superficial de la partitura, todavía faltaba hacerlos consonar con los otros.

El viernes en la mañana había un compromiso con alguien importante, que siguió a otros encuentros con álguienes importantes, después clase en la ASAB -parciales, tiempo que aproveché para mejorar los instrumentos- y de ahí seguiría para la galería. (2)

Debido a unos robos que se presentaron en las instalaciones de la ASAB la semana pasada, la seguridad fue redoblada, y después de salir de clase (4:00 PM) había que hacer un inventario extensivo, que tardó más de lo esperado. Completamente comprensible y necesario, pero tomó un poco más de una hora. Una sensación de incomodidad se apoderaba de mí. Yo pensaba: "¿será que saben que yo voy?", "¿será que voy a alcanzar?", etcétera. Llamé a Roberto a decirle que llegaba un poco más tarde y me dijo que no había problema.

Llegué a descargar los papeles de clase y a recoger los equipos, cosa que hice con una eficiencia de esa que NUNCA da el afán. Empaqué dos morrales y un soporte de micrófono, equipaje compacto, lo necesario, pero con algunas prevenciones: un radio de bolsillo y una linterna.

Llamé un taxi para llevar el trasteo más pequeño que he llevado a un concierto. La máquina del 244 4444 lo confirmó y yo subí a lavarme los dientes. Cuando bajé, me quedé al lado de la puerta, esperando el taxi. Diez minutos después no llegaba nada... Llamé otro, pero tampoco, salí a buscar uno y nada. Unos 45 minutos más tarde, llegó un taxi, que al fin nos llevó al trasteo y a mí a la galería.

Al subir no encontré las caras hoscas que me esperaba, sino que hubo una cálida, aunque breve, bienvenida, seguida por un cálido, aunque breve montaje de los equipos, seguidos por cálida entrega de partitura y breves pruebas de sonido.

El hecho de sonar en grupo (de cualquier manera cantar en un coro, tocar en un grupo, cantar consignas en una manifestación, hacer ruido con otra gente, tener sexo ruidoso...) para muchas personas puede ser liberador. Las tensiones internas más fuertes se aligeran y uno se siente mejor... El con-sonar (para que entiendan de dónde viene la palabra sin-fonía) es un agente catártico increíble. Prueben y verán.

El ensayo fluyó y fue muy... cómo decirlo... maduro. Normalmente en las improvisaciones colectivas suelen darse choques de egos que resultan en que la catarsis por tocar en grupo sea incompleta o no se de. Esta vez nos supimos oír y aceptar las recomendaciones de los otros miembros del grupo. Ensayamos parte por parte, como si fuera una partitura 'determinística' en la que todos los elementos ya están escritos. Mejorando los fragmentos que requerían ensayo y poniéndonos de acuerdo en tiempos, sonoridades y acoples. Muy fluido.

Después de un latte y un pan pizza que nos dieron en el 'camerino' salimos como rockstars a cumplir nuestro deber con el ansioso (¿?) público.

Nos acomodamos y después de la cuenta "1, 2, 3, 4" de Roberto y cinco segundos después del bip de cronómetros empezó el sonido delberado.

El primer sonido es el más difícil... los nervios de no poder parar a corregir empiezan, desaparece el universo que no sea el sonido grupal y propio... pero el sonido fluye y va desapareciendo el miedo y reapareciendo el mundo.

A medida que reaparece el mundo, el sonido que se provoca empieza a tener más sentido. Uno suena para un público, uno ve a quienes se dirige, ve sus expresiones, los oye y es como si uno se metiera cada vez más hondo en el agua, se distorsiona la percepción del tiempo.

La ambigüedad de la infinita relajación y la tensión absoluta apareció al tocar acá. En una improvisación colectiva uno debe abrirse completamente a lo que hacen los demás para hacer, pero el miedo que a todos nos come (sí a todos, todos tenemos miedos que nos comen) aparece y la vista se nubla y la frente suda.

¿Que puedo considerar como errores en esto? ¿Cuando no se sabe exactamente que es lo que se va a hacer hay errores? El ensayo generó expectativas, pero las cosas pasaron diferente. No estaban mal, hubo cosas imprevistas. Los errores sirvieron para encontrar nuevas sonoridades sobre la marcha y para hacer texturas impensadas.

Post scriptum

Hoy (19/IV/2006) recibí los informes de exposición y concierto. Me impresionó la capacidad de análisis y crítica de mis alumnos. Mil gracias.

1. Para otros comentarios de la inauguración y de la exposición, lean éste artículo o éste otro, del weblog de Ananay Aguilar.
2. Nota del traductor: "Todo lo que digo a la hora del almuerzo me sale en verso sin ningún esfuerzo. Si lo sigo diciendo, me sigue saliendo y si lo vuelvo a decir, me vuelve a salir."