jueves, febrero 18, 2010

Dinorath, o de cómo NO hacer publicidad

Esta noche, después de una clase positivamente sorprendente y una caminata desde la universidad a la casa que mis gatos comparten conmigo, encontré algo que me sorprendió tanto que decidí publicarlo para ofrecer a ustedes, desocupados lectores, una lección de publicidad en este humilde y pretencioso blog.

La cosa encontrada en la entrada del edificio donde queda la casa de mis gatos fue el siguiente volante:


Entre las carcajadas descontroladas y la mirada serena de mis gatos, pensaba: ¿Quién le pone a un restaurante un nombre que suena a DINO-RAT (o rata-dinosaurio, o rata terrible, por lo de 'dino') con una H al final para que se vea como pelicula estilo Godzilla?

Después me puse a pensar un poco y leyendo más detenidamente el volante descubrí detalles que me hacían pensar en cómo podría ser la experiencia Dinorath. El texto dice que el sitio es bonito, que los platos son ricos y variados. Hasta ahí todo bien, porque esas promesas por sólo 4.5 devaluados kilopesos son altamente llamativas, con la adición -posiblemente humorística, o de intención jocosa- de la figura de una rata-dinosaurio como persona en disfraz de peluche gigante invitando a la gente a entrar, o tal vez podría ser un restaurante temático de películas de monstruos japoneses, hipótesis soportada por la extrema cortesía (acompañada de postre) expresada en las palabras del volante.

Yendo más allá del enigmático nombre, eché un par de googleadas para ver qué aparecía con ese nombre, y encontré que es el nombre de una cantante mexicana que canta pop meloso y rancheras fusionadas. No encontré la relación entre gastronomía y la música de esta señora, así que mi búsqueda incluyó variantes del nombre, como "dinorat" y "dinorah" y descubro que la última, según uno de los sitios web encontrados, es el nombre nº 3658 en popularidad en los EE.UU. y supuestamente es una expresión hebrea que quiere decir 'juicio'. Al ver esto, decidí sacar los ojos de la pantalla y el volante para consultar mi diccionario hebreo-español, que me llevó a confirmar la plausibilidad de esta interpretación del nombre para una desafortunada niña, ya que la palabra ' דין ' (transliterada 'DIN') quiere decir 'derecho', y se usa como partícula en las palabras 'abogado', 'informe', 'fallo', 'tribunal rabínico', etc.

Esta etimología, sumada con la cita al nuevo testamento en la parte inferior derecha de la hoja y un fragmento de texto que dice que si va allá es para que "lo atiendan como usted se merece", implicando que ahí se recibe lo que a cada cual le toca, la atención que dan es un juicio. Sin ir demasiado lejos, si citan a "San Judas 8, 12" me puedo arriesgar a pensar que el restaurante Dinorath tiene que ver con el juicio final, apocalipsis y otras cosas raras que dan sentido a la vida de los cristianos, como el canibalismo ritual y el culto a la sangre, por eso mismo, asumo que las "Cremas del día" ofrecidas deben tener que ver con algún tipo de unción del día del juicio.

Después tomé un pedazo de papel y un lápiz para sintetizar lo que pude interpretar sobre qué se trata la experiencia Dinorath, ofrecida en un humilde volante:


Conclusión: No me dan ganas de comer ahí. No sé qué tanto a la mayoría de las personas, pero a mí personalmente no me gusta el juicio final durante el almuerzo. Prefiero charla intrascendente o en su defecto, musiquita.

Recomendación: Querido publicista, cuando anuncie algo, sobre todo un restaurante que dice ser "delicioso", ofrezca a sus clientes potenciales una experiencia menos apocalíptica, así sea un poco, a menos que quiera que su anuncio sea materia de lecciones en blogs.