miércoles, junio 28, 2006

El luthier digital

Con la pérdida de fuerza de los patrones dominantes en cuanto a la selección de alturas, de temas, de formas, de estilos que se dió en la música culta occidental a lo largo del siglo pasado también la instrumentación sufrió por muchas razones, entre ellas la aparición de los medios electrónicos, que ayudaron a re-pensar el sonido y las maneras en las que se puede producir.

El paradigma del instrumento, como el objeto productor de música es uno de los que permanece y todavía está bien parado en la música electroacústica.

Construir un instrumento hecho de átomos -o sea tangible y en algunos casos tocable- es como tocar un instrumento de hecho átomos. El que hace un buen instrumento es alguien que ha perfeccionado sus destrezas a lo largo de un proceso -valga la redundancia- largo y lleno de trabajo duro y de una gran disciplina. Las características básicas de un instrumento hecho de átomos, como una guitarra son las mismas, sea hecha por el guitarrero tradicional, por la inmensa fábrica de Yamaha en Corea o por un artesano especializado en instrumentos de concierto altísimo nivel. Sin tener en cuenta las variaciones en el diseño básico del instrumento que pueda tener tal o cual fabricante, es claro que toda la diferencia está en los materiales y la destreza del constructor.

En la música por computador, cuando uno diseña un instrumento, uno diseña un algoritmo. Este algoritmo no sólo puede ser hecho para ser capaz de calcular el valor de cada una las muestras de audio digital que representarían una forma de onda correspondiente al sonido o clase de sonidos que se quiere hacer, sino también puede ser un procesador de sonido, como un filtro, un instrumento agente de composición, generando eventos, por ejemplo 'notas' en el sentido tradicional de la palabra.

Aunque de muy diferente naturaleza, los dos oficios tienen algo clave en común: La pericia en el oficio, es decir la habilidad para el diseño y el uso apropiado de las herramientas es algo que se desarrolla a lo largo de la carrera.

Con frecuencia, los compositores de música por computador diseñan sus instrumentos exclusivamente para una pieza representando a veces estos el objetivo general de la pieza, como por ejemplo, en Stria de John Chowning, el instrumento que se usa en la pieza está construido de acuerdo con leyes similares de disposición de alturas y de disposición en el tiempo (forma, ritmo, envolventes...) que el resto de la pieza(1).

Salvo en el ámbito de la música experimental es raro que los compositores construyan el instrumento específicamente para una pieza. El instrumento es tradicionalmente una especie de object trouvé que es usado por el compositor de maneras más o menos recursivas, tanto como en el aspecto tímbrico como propiamente técnico.

El compositor electroacústico, en particular el de música por computador, rara, muy rara vez usa un instrumento electrónico (no como un theremin o una guitarra eléctrica, sino un instrumento digital) como lo encontró. Casi siempre hay algún tipo de variación, que va más allá de los eventos mismos, las 'notas' ya mencionadas, sino que se mete con el funcionamiento mismo del sonido para adaptarlo a la obra.

La debilitación de los paradigmas establecidos no sólo fue cosa de la música culta. La música popular se permeó de estas maneras de pensar u de hacer las cosas; y por esto no solo los electroacústicos que se dedican a trabajar con síntesis de sonido son quienes desempeñan este oficio de lutería digital, muchos con diversas profesiones dentro del campo de la música (como productores, DJs, programadores, por ejemplo) trabajan con instrumentos digitales y esto muchas veces se ven supeditados a lo que les da el instrumento prefabricado, estancándose frecuentemente en el convencionalismo y la norma tácita dictada por los ajustes de fábrica de las aplicaciones de audio o plugins.

Dicho esto, diría un servidor, que por la naturaleza de los medios que usa el músico digital, no solo el músico electroacústico, tendría como MANDATO en pro de la calidad de su trabajo el conocer las habilidades de la lutería digital e ir más allá del preset.

Como en los instrumentos acústicos, las herramientas cambian, pero las técnicas permanecen. Las herramientas comerciales de producción caen en la obsolescencia, por no decir que pasan de moda con rapidez, pero las técnicas debajo de ellas permanecen. Así que, profesores dedicados a enseñar a los compositores, productores y demás 'primos gremiales', enseñen cosas que ayuden a la conciencia del oficio, no a hacer el oficio a ciegas.

Tenemos que exhortar a los alumnos a ser luthiers/hackers. A expandir las capacidades de sus herramientas(2).

(1) A mis contados lectores, les recomiendo mucho esta obra es uno de esos pocos ejemplos en los que la consistencia de un sistema compositivo a lo largo, ancho y alto de la obra es efectiva. Eso sí al oirla, idealmente traten de que no sea la versión editada de la excelente colección Ohm, the early gurus of electronic music, que es una edición que dura aproximadamente cinco minutos, sino la original que dura casi veinte. Igual, asi esté recortada, se goza.

(2) Es recomendable, incluso saludable de leer y está muy en el espíritu de esta entrada de este blog este texto de Juan Reyes.

domingo, junio 25, 2006

La decadencia

Hoy tuve la oportunidad de pasear por el barrio Santafé, en el centro de Bogotá.

Para los que no saben donde es -que yo sé que hay más de un autodenominado bogotano que no tiene ni malicia de dónde queda- queda entre la calle 26 y la 13 abajo de la avenida Caracas y hace parte de la localidad de 14, Los Mártires, que contiene la plazoleta que queda en el lugar donde exhibieron las cabezas de próceres ajusticiados -entre ellos 'La Pola' el Sabio Caldas y Camilo Torres, se encuentra ya ruinosa estación de la Sabana, el cementerio central -inaugurado por un hijo de Santander-, se construyó al término de la guerra de los Mil Días el gesto de desesperado agradecimiento a la paz que es la iglesia del Voto Nacional y fue el barrio al que gracias en gran parte a los inmigrantes judíos que llegaron en la primera mitad del s. XX, se importaron muchos modelos arquitectónicos europeos modernos como el del edificio de apartamentos, dando material, para que nosotros -gentiles y poco originales cachacos- tuviéramos de donde copiar...

Resumiendo: La zona tiene historia.

Mi paseo del día estuvo muy bien acompañado, es decir, iba con alguien que aprecia la ciudad, la arquitectura, lo urbano, sensible a las manera de vivir la ciudad, de manera que podíamos comentar con la misma pasión los avistamientos y observaciones de la caminata.

Vimos y señalamos portones desde los años 20 hasta casi los años cincuenta, con bellos trabajos en piedra y/o metal en diferentes estilos. Edificios de vidrio y piedra, diferentes sensibilidades a los materiales y la forma que las modas en su momento llevaron. El ambiente de los bulevares plagiados al París de Haussman se alcanza a percibir entre las pollerías y las putas. Esto muestra que no solo los edificios sino que el diseño urbano de la zona fue de tal calidad que prevaleció sobre la ruina. En algunas partes permanece el ambiente de barrio residencial, en el que hay una conexión entre los habitantes que hacen una unidad y uno se siente lo suficientemente bien recibido al lugar como para llamar 'vecina' a la señora de la tienda.

Al emigrar los habitantes a Teusaquillo, dejó de ser un barrio play y se convirtió en un barrio más cercano a la clase media y al migrar estos, llegaron otros con menos plata en el bolsillo y así a través de los años. Todo este proceso de adelgazamiento de las cuentas bancarias de los habitantes, llevó consigo un crecimiento de los negocios en los garajes y las puertas, que lleva a una pérdida del control de los habitantes de su entorno.

Como muchos de los barrios alguna vez residenciales de Bogotá, han decaido y se ha convertido en una 'zona mixta' en la que se mezclan vivienda y comercio, no siempre (está bien, nunca) con resultados afortunados. Este fenómeno de deterioro fue avalado institucionalmente por el POT (plan de ordenamiento territorial) de la ciudad dejó como 'zona mixta' a gran parte de lo que era residencial, dejando prácticamente las zonas residenciales restringidas a los barrios más acomodados, pero me desvío del tema...

Todo este deterioro me pone triste. Lo siento en el fondo. Me duele.

No solo este barrio de mi paseo de hoy, sino muchos otros lugares de la ciudad, como El Lago y varios aledaños, Los Alcázares... la lista es interminable.

La expansión descontrolada de la ciudad hacia la periferia no se logra por medio de la elevación de los precios de los servicios en barrios deprimidos, con el objetivo de llamar con los precios altos a los inversionistas, sino reconociendo nuestros lugares y aprovechándolos y reviviéndolos coninuamente.

El barrio Santafé es ahora zona de tolerancia para la prostitución y aparentemente, la indignidad urbana, pero no quiero echar la culpa de esto a la administración distrital. No sólo a ella, al menos.

La dignidad urbana para mí consiste en 'tener la casa ordenada'. En fortalecer el sentido de pertenencia de tal manera que el barrio no caiga en manos de nadie-cualquiera. Esto no debe interpretarse como una exhortación a actos de limpieza social tan brutales como los de la calle del cartucho, sino como un mejoramiento de las cualidades de vida de quienes viven en la ciudad. La calidad de vida no es ganar más plata, sino poder disfrutar lo que se tiene, sea poco o mucho. La ultradensificación urbana y la activación de la economía por medio de la saturación comercial no necesariamente ayudan a la calidad de vida.

El hecho de vivir bien está en la cabeza: hay que tener la casa bonita y ordenada, así no sea un barrio turístico. Por cierto... por más quieran meternos en la cabeza que sólo son las manzanas de la 'zona T' y el patético parque de la 93 son LAS zonas BONITAS, ergo turísticas de la ciudad, no es así. Toda la ciudad es susceptible de ser bonita. Organizar el barrio es una tarea urgente y esto no puede ser llevado a cabo por la administración distrital, sino por las personas que viven ahí.

Repito, organizar no es una campaña de limpieza social, ni mucho menos. Tampoco es quitarle el pan de la boca a los recicladores, mecánicos y -valga el eufemismo, pero me es muy útil para abarcar la amplia gama- trabajadores sexuales que habitan en la zona, sino enseñarles, normatizarlos y darles un entorno de trabajo apropiado.

Esto puede sonar ofensivo para muchas personas que creen en que debemos ser autónomos y eso de tomar modelos del primer mundo es una continuación del colonialismo, pero miren la zona roja de Hamburgo. Tiene las condiciones de vida necesarias para que se pueda trabajar y las normas de trabajo son estrictas. Cada cual es libre de elegir con que se gana la vida, pero el estado o la comunidad de trabajadores (para no esperar a que la máquina burocrática nos dote de sus favores) debería preocuparse por garantizar condiciones mínimas de salud y seguridad. Además, el hecho de trabajar y convivir en zona de tolerancia con los que no trabajan en las actividades 'toleradas' es algo que se debe convertir en modelo de TOLERANCIA no en campo de batalla de los intolerantes.

Históricamente hemos inconscientes de nuestro entorno y del que es un barrio o una parte de la ciudad. En una palabra, no sabemos que es el patrimonio colectivo.

El cambio es inevitable, pero los recursos son escasos y la Sabana de Bogotá debería sufrir menos a manos de los urbanizadores que no piensan en la ciudad.

Nos hemos movido como nómadas desechando grandes sectores y recogiendo desechos urbanísticos para convertirlos en ruinas. No hagamos eso más, por favor.

lunes, junio 12, 2006

Micropolifonía Micropolimutismo

Hoy murió en Viena el gran compositor György Ligeti.

Aunque sólo realizó dos piezas electrónicas -compuso tres- su música refleja una estética electroacústica en la manera de ver el sonido (Ej.: Aventures), de pensar el conjunto instrumental (Atmospheres), de narrar o no narrar las cosas (Le Grande Macabre), de ordenarlas (estudios para piano) e incontables ejemplos más.

Dediquémosle un minuto de varias líneas de silencio poliirítmicas y con diferentes registros en la que no se puedan distinguir líneas individuales de silencio sino una banda de silencios.

Algo como un 'Lux Aeterna' silencioso.

domingo, junio 11, 2006

Otro tutorial más...

El exceso de información acerca de alguna cosa puede llevar fácilmente a la entropía. Este riesgo se corre frecuentemente en la comunidad de el software libre y más cuando se refiere a lenguajes de programación. Cada cual tiene una aproximación diferente a la enseñanza de este o de aquel lenguaje y por ende, aparecen cien mil quinientos treinta tutoriales y manuales 'alternativos' (asumiendo que haya uno principal). Todos terminan diciendo casi lo mismo, algunos se enfocan en algunos aspectos, otros dicen las mismas cosas en otro orden...


Como estoy metido en esto de la enseñanza de lenguajes de programación -como profe y como simple gomoso- me concierne hondamente eso del tutorial y creo que sería útil expresar la manera en la que creo -según creencias y experiencias- deben estar ordenados, estructurados o que contenido deben tener los tutoriales, aunque cien mil quinientos treinta otros profes, gomosos y/o desocupados con buenas intenciones hagan lo mismo.


Los contenidos

Hay tres elementos que identifico en los tutoriales que me han gustado, es decir, que han sido efectivos, y si no, al menos divertidos.

  1. La introducción: Como buen curioso, me gusta ver que es y de donde viene lo que estoy aprendiendo, de manera que una introducción descriptiva e histórica es un gancho para el curioso.
  2. Los ejemplos: Los métodos de trabajo, sintaxis, opcodes, objetos, etcétera deben ser demostrados en contexto, dentro de un programa prefabricado, de manera que se pueda ver cómo se interrelacionan los elementos y se construyen los programas (patchers, scripts o similares).
  3. Los proyectos: Nada se aprende si no se aplica, así las aplicaciones iniciales sean banales (no más piensen en el omnipresente hello world!). Son una especie de exámenes para el autodidacta, en el que se tiene que poner a prueba la creatividad con los elementos ejemplificados.


Tres ejemplos de estructuras de la lección

Podríamos dividir el tutorial en dos niveles grandes, el bajo, de la lección particular y uno alto de la organización del conjunto de lecciones. Me gustaría citar tres ejemplos de tutoriales autodidácticos que conozco y que me han parecido en cierta forma efectivos, de los que puedo inferir tres estructuras típicas de lección, con ligeras similitudes y diferencias.

  1. La lección es el ejemplo: los toots de Csound. En este caso, se muestra el código y se describe que es lo que hace, la tarea del autodidacta (me parece mejor que alumno) es copiar el código y hacerlo funcionar (1). De alguna manera no se ve una exhortación explícita a hacer alguna código por fuera del marco del toot.
    Nota: lo que más me gusta independientemente de sus cualidades pedagógicas es el nombre 'toots'.
  2. Ejemplos + proyectos: Los tutoriales de Max. Aquí hay ejemplos precocidos(2) intercalados con ejercicios más o menos de libre realización. Estos tutoriales son especialmente de mi gusto por varias razones, pero aparte de la modularidad, el estar separados en fragmentos autocontenidos es el humor.
  3. La lección es el proyecto: los tutoriales de las aplicaciones de Macromedia. Estos tutoriales están completamente basados en el proyecto. Se propone un proyecto (por ejemplo, hacer una animación interactiva en Director con ciertas características particulares) que se realiza paso a paso -sobre la aplicación. Es efectivo, pero me parece que estimula poco la creatividad por lo determinístico del proyecto.


Organizaciones de alto nivel

Aunque parezca que estoy hablando de síntesis granular, no. Sigo hablando de tutoriales ;-). Como se dijo arriba, la organización de alto nivel es la manera en la que están organizadas las lecciones (o bien, los conjuntos de lecciones más cercanas) unas con relación a las otras.

Aquí se me ocurren de primerazo dos tipos de organizaciones: Lineal y no lineal.

La organización lineal tiene las lecciones dispuestas en un orden -decidido por el redactor- de complejidad o de prerrequisitos para la siguiente. Este tipo de organización es muy práctica para principiantes, ya que se da una guia paso a paso para el entendimiento del lenguaje. En cuanto a los lenguajes de programación, el principio es casi siempre el hello world o algo similar.

Algo que me gusta bastante de esta organización es que si se es lo suficientemente astuto -y por que no, intrépido- se puede hacer una curva de enseñanza que poco a poco vaya dependiendo menos del profesor-tutorial y dando paso a proyectos cada vez más libres, en los que la invesigación propia sea determinante. Como dice Murray Schaffer:

(...)La primera tarea del maestro es programar su propia extinción (3).
La linealidad de un tutorial puede acompañar fácilmente un proceso así y es bastante práctica a la hora de ser utilizada en un entorno de clase, porque se puede decidir hasta donde llegar, dependiendo del progreso del conjunto profesor-alumnos.

La organización no-lineal no tiene un orden específico y a mi parecer presume conocimientos previos para las lecciones. Antes de seguir, no se tome que tomo esta preasunción como algo malo, símplemente es otro tipo de proceso. Un tipo de instructivo al que se podría asimilar esto sería un manual de referencia altamente ilustrativo, pero hay un texto en particular al que me gustaría más asimilar esto, las conferencias de física de Richard Feynman, en las que no recuerdo bien si el mismo Feynman o alguno de sus coeditores dice que las lecciones no tienen un orden particular, pero que presumen un conocimiento de álgebra y de las unidades de medida.

Otro aspecto interesante de la no-linealidad es la posibilidad de un tutorial hipertextual que se adapte a las búsquedas y necesidades del autodidacta.

En cualquier caso de no-linealidad, las lecciones deben estar bastante puntualizadas y ser casi completamente autocontenidas, lo que aumenta su tamaño y puede darse para varios niveles de organización adentro de las lecciones mismas.


Todo esto para...

Toda esta cháchara el respecto de cómo creo se debe organizar un tutorial tiende a la necesidad de expresar las dudas, planes y alguna que otra certeza -si es que las hay- con respecto a la construcción de un tutorial en línea de Pd, que llevo rato escribiendo, aunque barajando sería mejor palabra. En este momento sólo se ha publicado la introducción y un apéndice, pero ahí, va, ahi va...

Siga este vínculo para llegar al tutorial en progreso.

Como siempre, se reciben y solicitan comentarios.


(1) En el caso particular de Csound el poner a sonar los ejemplos -o cualquier código- puede ser de por sí un reto más o menos difícil para el principiante, dependiendo del entorno o la plataforma.
(2) Léase: preporgramados o prefabricados, yo sé... es otra fijación gastro-tecno-erótica...
(3) Schaffer, R. Murray, El rinoceronte en el aula, pp. 17, ed. Ricordi Americana, Buenos Aires, 1998; publicación original, The Rhinoceros in the Classroom Universal Edition, Canada, 1975