miércoles, marzo 01, 2006

Máquinas deliciosas (1)



En uno de los corticos que aparecían en Plaza Sésamo estaban la Rana René (¡transmitiendo desde Plaza Sésamo!) y el Monstruo Comegalletas. La Rana le estaba mostrando al Monstruo un teléfono. "Negro, con unos números en el frente..." lo describía el monstruo. Después preguntó con cara de antojo: "¿El teléfono es delicioso?" a lo que la rana respondió "no, el teléfono no es delicioso, sirve para hablar".

Ante tan formalista y rígida afrenta, el monstruo afirmó con toda la seguridad del caso: "El teléfono es delicioso". La rana replicó sustentándose en el uso convencional del negro aparato.

La tensión en el estudio de grabación aumentaba, visiblemente, teniendo como protagonistas a un peludo monstruo y un pelado anfibio, que discutían acerca de la validez gastronómica de un teléfono de bakelita. El clímax dramático del fragmento llegó cuando el monstruo cede a la tentación empujado por el reto que la autoridad impone y el hambre desaforado que caracteriza a ciertos seres de por allá y devora de pocos bocados a la negra máquina.

La rana, en visible estado de shock y con el ego herido mira al monstruo boquiabierta, mientras éste se relame de gusto. De pronto, suena un timbre y el monstruo tiembla al son de él.

Extrañados, los dos seres se miran a los ojos y el monstruo abre su bocota y la rana se acerca a la negra tronera como si no la conociera. Como si nada dice "¿Hola?". E inicia una conversación telefónica a través de la boca del monstruo.

Tengo mis serias razones para suponer que el que estaba en el set ese día no era el Monstruo Comegalletas, ya que todos conocemos sus gustos farináceos. Sólo habría podido saciar sus gustos con productos tecnológicos hasta la década pasada con cookies de los que hay en internet. Este cortico fue filmado mucho antes que eso. La primera vez que recuerdo haberlo visto fue en 1985, recién llegado del colegio, así que debe ser de los setenta, como mucho material de Plaza Sésamo.

Conozco personalmente a un pariente cercano del Monstruo Comegalletas llamado Tildo Pum Ring (1), de quien hay arriba una foto. Él se alimenta de objetos de telecomunicaciones, como cables, satélites, teléfonos, módems, etc. Es MUY parecido al Comegalletas, pero más bajito. Por esto deduzco que ese día el Comegalletas debía estar en licencia o enfermo (¿de tanto comer? lo dudo) y el señor Pum Ring lo reemplazó, causando nutricional-cibernéticamente anómala situación.

Hasta ahora Tildo Pum, cuando se le pregunta al respecto, sólo se ríe y cambia de tema, por lo que seguirá como suposición hasta que decida contarme.

Lo que sí sé con toda certeza es que Tildo siempre ha mostrado -como muchos conocidos humanos- una predilección por los aparatos análogos, como objetos su antojo gourmet.

***Fin de la introducción*** (por ahora)

(1) El apellido es una transcripción onomatopéyica, sus apellidos suenan como un golpe de tambor y un timbre de campana.

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